Para el Papa Francisco el tema de las violaciones de Karadima y el encubrimiento de Barros se reduce a que hoy no existen pruebas en su contra y que para él todas las acusaciones en su contra son una calumnia.
Sin duda alguna la visita del Papa Francisco ha sido marcada por su cercanía y defensa al obispo de Osorno Juan Barros, mismo que junto a Karadima y a un grupo importante de la curia chilena, fueron participantes directos de una serie de abusos sexuales en contra de jóvenes pertenecientes a la Iglesia Católica.
Al parecer el Papa está más interesado en su comunidad de sacerdotes que en la defensa de sus feligreses, por lo que la visita del “Sumo Pontifica” pasa sin pena ni gloria y sus disculpas se transforman en palabras falsas y vacías que van a dejar huella en miles de sus ex seguidores.